No sé si queréis saber. No sé si quiero enseñar.

No sé si será que estoy equivocado como decían los médicos o si será que salvaré a cientos de miles, como decían mis sueños. Os pido mientras que no me toméis por loco. Si lo estoy, seguro que yo seré el primero en tenerles informados. Tírenme con silla y todo al cubo de basura y celebren como no celebraron nunca. Y yo reiré de purita alegría desde la mierda. Mientras tanto, lean con los ojos bien abiertos igual que los ahogaditos.

martes, 19 de abril de 2011

DIARIO DE LOS SUEÑOS 1

Quiero hacer en intercalado una bitácora de las cosas que voy soñando con una especie de memorandum de mi vida y mis intuiciones. Espero con esto y de una vez por todas convencer a quien me lea que no me veo sumergido en un estado de tristeza por encontrarme en silla de ruedas. Gracias por vuestras críticas y apoyos; no me hacen falta más.
Cada día que pasa estoy más convencido de que no estoy loco.
Mis sueños no tienen por qué guardar un orden. Si sueño con lo que va a pasar y con lo que ha pasado, puede que ni yo mismo sepa diferenciarlo, ni si pasó hace mucho, ni si pasará dentro de poco.
Anoche soñé con una hombre de piel oscura, pero que parecía mujer a veces, como un andrógino, un hermafrodita que estaba tirado en una estancia muy oscura, o quizá flotaba en el vacío del universo, en algún rincón sin estrellas.
Tenía la piel llena de clavos y esos clavos estaban unidos por como unas lineas discontinuas, unas lineas de puntos de esas que se ponen en los cuadenitos de trabajo de los niños que están aprendiendo a escribir.
Ese hombre o esa mujer tenía la boca abierta todo el rato, como si estuviera gritando debajito del agua.
Entonces salió una mano de lo negro y le hincó un clavo en el pecho y todas las lineas esas de puntitos se unieron y brillaron y entonces le pude escuchar los gritos, y gritaba no sé cómo, pero gritaba como mil personas a la vez.
Y estoy seguro de que tiene que ver con algo. Y me desperté con miedo. Y tenia una idea en la cabeza que no se me iba y que me obligué a escribir en un cuadernito para poder ponerla ahora aquí.
La idea que me produjo este sueño era: VAYANSE. ALEJENSE DE LAS CIUDADES GRANDES.
No puedo decir ahora a nadie que tenga que hacer esto que digo. Ni yo mismito sé si lo haría. Pero recuerdenlo y pasado el tiempo, si tengo razón, haganme la justicia de recordar que apunté estas cosas para ustedes.

2 comentarios:

  1. jaja bueno, Bilbao es una ciudad pequeñita, no me daré por aludida.

    Diantre, qué sueños tienes, Cinis. Debe ser el mono, por haber dejado la medicación.

    ResponderEliminar
  2. Insisto en mi consejo: déjese de sueños y haga caso a su médico.

    ResponderEliminar