Me lo han explicado todo, los hombres que seguían a Brau.
Aquellos mismos que han coseguido que el plan se lleve adelante, los que han abierto las puertas del infierno, estaban siguiendo nuestros blogs, algunos de modo oculto y otros incluso con identidades falsas, comentándolos.
Pero no es su terreno natural. En eso, los hombres que seguían a Brau son mejores. Nos han bloqueado los sistemas de comunicación, a todos los que sabemos algo del tema, y han ido a romperle la madre al centro de comunicaciones desde el que nos controlaban. Al menos esta batalla la han ganado.
Ahora podemos hablar libremente y, por muy mal que se ponga el mundo, tendremos con casi total seguridad cobertura vía satélite.
Dicen que no debemos preocuparnos del suministro eléctrico. Dicen que, precisamente los invasores, son los menos interesados en que se corte el suministro eléctrico.
Antes de ayer Franco salió con sus perros y con el hacha, cuando el farolillo que los hombre me dieron casi estaba ardiendo en el porche. Volvió sólo con uno de sus perros, y limpiando el hacha.
Tenía la mirada del que se acaba de bajar de la montaña rusa, pero no quiso explicar nada.
La pierna de Brau está mejorando. No tiene ningún hueso roto.
Adela le va a exigir a Franco que le cuente lo que ha visto y dónde están los otros tres perros.
El que ha regresado vivo se llama Thor.
Espero que Thor nos proteja.
Siguen ahí fuera.
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