No sé si queréis saber. No sé si quiero enseñar.

No sé si será que estoy equivocado como decían los médicos o si será que salvaré a cientos de miles, como decían mis sueños. Os pido mientras que no me toméis por loco. Si lo estoy, seguro que yo seré el primero en tenerles informados. Tírenme con silla y todo al cubo de basura y celebren como no celebraron nunca. Y yo reiré de purita alegría desde la mierda. Mientras tanto, lean con los ojos bien abiertos igual que los ahogaditos.

viernes, 22 de julio de 2011

A CABALLO

Para nuestra partida ha sido determinante la hazaña de Rebeca, Rolando y sus otros acompañantes, devolviendo al Amo al infierno.
Noto, sin embargo, que concurren poderes y misterios capaces de afectar a mi precoginición, así que intentaré ser cauto con lo que escribo. Estos poderes podrían ser de aliados o de enemigos.
Insto a todos los demás que tengan esta capacidad precognitiva a que sean cautos y no hagan caso de sus propias predicciones a no ser que alguien  más experto en el uso del Nuiz les esté asesorando, o les guía mi amigo Braulio a través de los sueños.
Creo Brau protege de injerencias a quien le acompaña.
Lo tenemos en una ranchera, durmiendo casi todo el rato, excepto cuando por prescripción de alguno de nuestros hombres de medicina lo incorporan y lo ponen a andar, a comer, a ingerir líquidos.
Llevamos dos días de camino y llevamos algunos coches, caballos y algunas mulas de carga. Como ya dije anteriormente, monto en un precioso corcelito gracias a una silla que me ha adaptado un amigo. Tengo a mano  una escopeta y una ballesta de caza y algunos amigos siempre cabalgan a mi alrededor, como si escoltasen cosa importante. Supongo que lo soy.
Ayer derivamos nuestra ruta varios kilómetros por una advertencia que me hizo mi sexto sentido y nos encontramos con una banda de indeseables que tenían esclavizado un pequeño pueblo aún en los pirineos.
En otra época, en otro tiempo, habríamos tenido piedad, pero es responsabilidad y obligación de los buenos hombres y mujeres que quedan extender un mensaje que sea largo y que se escuche alto: no vamos a tolerar el saqueo, la violación, la esclavitud, más cuando lo que tenemos enfrente amenaza con destruír la humanidad o esclavizarla. Trataremos a estos grupos así como a los demonios que nos cruzemos.
Cuando llegamos al pueblo ni siquiea hicimos advertencia ni cruzamos palabra ni pensamos táctica alguna. Entrams por su calle principal y una mujer salió de una casa corriendo, arañada y golpeada, gritando por ayuda. Los hijos de la chingada estaban escondidos y algunos nos dispararon, pero otros corrieron. Era tanto el miedo que les provocamos que casi no podían apuntar para defender sus vidas.
No sé si lo he dicho anteriormente, pero todos llevamos un pañuelo blanco a la cabeza, y eso parece como que nos convierte en un ejército.
Cargamos incluso contra los que se pretendían atrincherar con rehenes porque nuestros Saltadores habían sido rápidos en írseles a las espaldas.
No lo he dicho antes, pero tenemos un grupo especializado, a los que llamamos Saltadores, que han desarrollado su arte y su chi hasta el punto de hacerse invisibles practicamente al enemigo, y rápidos como flechas. Es como si, en tiempo de necesidad, pudiéramos llegar hasta el máximo de nuestras posibilidades.
Dejamos a las personas liberadas en mejor situación, con algunas armas, vendadas sus heridas y atrancadas sus puertas. Dos chicos se nos han unido. Son leñadores y traen sus hachas.
Seguimos hacia el Sur y, por lo que leo, seremos los últimos en llegar. Hay tres posibles objetivos al Sur de Despeñaperros y no se revelará el punto de ataque escogido hasta el último momento.
Creo que soy uno de los líderes de esta batalla y esta responsabilidad me hace tener poco tiempo para escribir, pero siempre que pueda, seguirá mandando este mensaje, a todos los que me leéis.
¡Aguantad!

1 comentario:

  1. Vamos de camino Hidalgo y te esperaremos en las proximidades de Despeñaperros para unirnos y formar un gran ejército. Luciremos nuestras cintas blancas en la frente y sabrás que somos nosotros.

    Animo y cuidaros.

    ResponderEliminar