No sé si queréis saber. No sé si quiero enseñar.

No sé si será que estoy equivocado como decían los médicos o si será que salvaré a cientos de miles, como decían mis sueños. Os pido mientras que no me toméis por loco. Si lo estoy, seguro que yo seré el primero en tenerles informados. Tírenme con silla y todo al cubo de basura y celebren como no celebraron nunca. Y yo reiré de purita alegría desde la mierda. Mientras tanto, lean con los ojos bien abiertos igual que los ahogaditos.

domingo, 21 de agosto de 2011

BRAU, ADELA Y YO.

No llevamos un rumbo determinado. Brau nos está guiando. Adela viene con nosotros. Ahora es como si Brau y ella se acabaran de conocer y se gustasen por motivos distintos.
Brau está recuperando poco a poco la mínima fortaleza física para viajar y sólo entra en su mundo espiritual unas horas a la noche. Lo hace mejor que antes y necesita menos tiempo para ayudar a más gente, para hacer más cosas, a poco como si fuera el personaje este de Matrix que iba dándose cuenta de que podía doblegar el mundo a su antojo.
Y también se mete pocas horas porque le están persiguiendo al otro lado y es peligroso que se muestre tanto.
Aún no he dicho por qué estamos de camino. Es como que se me olvida que no todos los que me leéis habéis estado en Tarifa o en Santa Elena.
Rebeca, al tocarme, robó mi poder pero, antes de devolvérmelo, robó el de otra persona, un espía que quería sabotearnos. Entonces, mi poder, lo que fuese mi Nuiz, se perdió o quedó perdido, que bien se puede decir. Pero mi Nuiz no es cosa nueva, no me vino de repente sino que ha estado conmigo muchos años y, según dice Brau, tiene mi molde, mi molde de inteligencia y de forma y está en alguna parte haciéndose carne, haciéndose oráculo.
Me siento como debió sentirse Peter Pan cuando perdió su sombra, pero una cosa me consuela. Si mi Nuiz se ha hecho carne y es efectivamente un oráculo, no hará falta que yo tenga terribles visiones para que obtengamos información. Sólo hará falta consultar al oráculo.
Seguimos en marcha, buscándolo, a caballo, siguiendo la brújula de Brau, protegidos por su nueva vieja novia Adela.

No hay comentarios:

Publicar un comentario