Estamos desmontando Santa Elena por motivos de seguridad.
Nuestro sistema de comunicación ha cambiado y nuestros recursos para capturar a los espías van a cambiar, radicalmente. Ya que Rodrigo abrío el melón, como dicen ustedes, a partir de ahora se autoriza la tortura y la pena de muerte para los espías.
Rebeca Goyri actuó bajo su cuenta y riesgo en una situación dolorosa, pero de un modo completamente egoista e inconsciente y será retenido y evaluada durante tiempo indefinido durante el cual se supervisará también cualquier comunicación que quiera tener a través de su ordenador.
A partir de ahora, y hasta que arreglemos la situación, vamos a modificar aspectos cruciales para asegurar nuestras redes de comunicación mientras seguimos investigando dónde puede haber sucedido la llegada del Rey y qué consecuencias están teniendo.
Hasta próximo aviso, recomendamos no usar los modems especiales para comunicar nuestra situación ni ninguna misión que nos haya sido encomendada.
Si buscáis ayuda en Santa Elena, ya no la encontraréis allí.
Hasta próximo informe, ¡aguantad!
No hay comentarios:
Publicar un comentario